Plantas solares flotantes: Una alternativa para la energía renovable

¿Alguna vez has escuchado qué son las plantas solares flotantes? En la continua búsqueda de encontrar alternativas en la generación de energía, aparece esta nueva modalidad dentro de las energías renovables. Si aún no conoces el término, a continuación te contamos cómo funcionan y cuáles son sus ventajas y desafíos futuros.

El Sol, nuestra principal fuente de energía

El Sol genera energía renovable e inagotable. El problema es que aún no la estamos aprovechando como deberíamos. Si tan solo consiguiéramos recoger el 6% de toda la energía solar producida, podríamos satisfacer las necesidades energéticas de toda la humanidad.

Aunque vamos por buen camino, habiéndose duplicado la capacidad global instalada en los últimos tres años, aún queda mucho por recorrer. Entre las principales modalidades de tecnología fotovoltaica, encontramos plantas solares en suelo, formando grandes huertos solares, pero también en cubiertas industriales, viviendas, etc. Esto la hace a la energía solar una de las energías renovables más versátiles, eficientes y adaptables.

En este sentido, existe una modalidad aún poco conocida, las plantas solares flotantes. A continuación te contamos qué son y cómo aprovecharlas al máximo.

Plantas Solares Flotantes

Las plantas solares flotantes son instalaciones que se ubican en superficies acuáticas y se advierten como una de las grandes alternativas en países con escasez de terreno disponible. Pueden ser situados en mares, lagos, depósitos de agua, presas o, incluso, canales de riego. Para aprovechar al máximo su potencial, es recomendable que se alojen en aguas más tranquilas, donde el nivel del agua no varíe excesivamente y no existan grandes corrientes.

Por tanto, los parques solares flotantes son centrales eléctricas de tecnología fotovoltaica instaladas sobre una estructura que se encuentra flotando sobre el agua.

Ventajas de las plantas solares flotantes

Entre las principales ventajas de las plantas solares sobre el agua respecto a las plantas instaladas en tierra firme, destacan las siguientes:

1. Mayor eficiencia: El agua que aloja la instalación ayuda a refrigerar en caso de sobrecalentamiento de los paneles. En terrenos o cubiertas industriales es más complicado que esto ocurra, pues suelen transmitir el calor. Esto permitirá maximizar la producción de energía y evitar problemas con los paneles. Cuanto más caliente está el material, menos electricidad se produce con la misma cantidad de luz.

2. Ocupación de terreno: Prácticamente no ocupan superficie terrestre, por lo que es ideal para proyectos en los que no se cuente con mucho terreno físico disponible.

3. Beneficios medioambientales: Los paneles pueden reducir la evaporación de la superficie del agua, evitando así aumentar el impacto de las sequías. Además, ayuda a reducir la presencia de algas en aguas dulces.

4. Mayor resistencia: Tienen mayor resistencia a algunos procesos geológicos naturales, tales como los movimientos sísmicos.

¿Cómo es la instalación?

La instalación cuenta con diferentes tecnologías y estructuras:

  • Sistema flotante o pontón: Es la estructura inferior que sostiene el conjunto de paneles solares. Cuenta con una estructura y un flotador que mantiene la instalación suspendida sobre el agua.
  • Sistema de amarre: Es el ancla que une la estructura con la parte inferior del terreno bajo el agua. Este ayuda a ajustar las fluctuaciones del nivel del agua y a mantener más estática la instalación.
  • Sistemas / Placas solares: Consiste en el equipo de generación utilizado, en los paneles solares como tal. Normalmente, los más utilizados son los cristalinos.
  • Sistema de cableado: Es el cable subacuático que se encarga de llevar la energía generada a la subestación eléctrica situada en tierra firme.

Desafíos de las plantas solares flotantes

Entre los principales desafíos que encontramos en este tipo de instalaciones aparecen el diseño y construcción de la instalación, pues conllevan un equipo profesional especializado y precisos análisis para asegurar la inversión. Por otro lado, la posterior operación en temas de reparación o limpieza, también supone un gran desafío, pues la superficie no es transitable y puede cambiar de nivel, por lo que puede generar un peligro para la integridad física de los operarios.

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